Todas las formas tienen emanaciones de ondas conocidas como ondas de forma. En cada forma u objeto físico existe una parte no-física, un Deva, un ser espiritual, que interacciona con el entorno, que une la forma física a la totalidad. Ninguna partícula esta aislada, existe una interacción en todo lo manifiesto a través de lo no-manifiesto.
La pureza de las formas poliédricas permite traer a lo manifiesto la energía de su orden interno. Cada forma poliédrica atrae y emite, impregnando su esencia en su entorno, ayudando a otros seres en su evolución.
A través de la Geometría Sagrada nos llega la fuerza de amor de apertura de corazón, la ayuda necesaria para el orden en la materia y el despertar de la memoria celular. La geometría pura activa todo el potencial de recuerdo de que somos seres espirituales y cual es el motivo por el que estamos aquí.